Para mis adentros

Te percibo con todos mi sentidos,
Te respiro profundamente cuando estoy a tu lado,
Respiro tu mirada, tu sonrisa,
Te respiro profundamente, como el primer respiro al nacer y al amanecer,
Respiro tu boca, tus labios y tu aliento,
Mi tacto siente tu energía, tu calor y las ondas cálidas que genera tu voz,
Mis sueños se ven permeados de las emociones que despiertas en mis sentidos.
Mi mente repasa las emociones que generas cuando estoy contigo y las reproduce cuando pienso en tí, de tal forma que mi interior vibra,
Se que no eres una ilusión por que te siento en mis sentidos,
pero mi razón te asemeja cual estrella en el cielo, inalcanzable, resplandeciente y fugaz.

Retroalimentación sensorial.

¿Cuántas veces hemos pasado por la vida, de manera desapercibida, de los acontecimientos que giran a nuestro alrededor y no nos damos cuenta de las cosas?

Lo que nos disgusta de las personas, lo más probable es que nosotros seamos portadores de ese mismo comportamiento, el comportamiento que sobrevaloramos de las personas ó nos disgusta de estas, nos permite darnos cuenta, que es algo, que nosotros también tenemos. Muchas veces las personas nos sirven como espejo de nosotros mismos para saber que podemos cambiar ó mejorar.

La consciencia radica mirar hacia el interior de nosotros mismos, con objeto de poder mirar hacia fuera.

La retroalimentación juega un papel muy importante; todos los días recibimos información a través de nuestros sentidos, la manera en que valoramos esta información y la aprehendemos, es la forma en la cual somos conscientes de la realidad, yo diría que es una retroalimentación organoléptica, “a través de nuestros sentidos”. El punto esta en conocer cual es nuestro umbral de comportamiento, que radica en el hecho de conocernos nosotros mismos, siendo éste un proceso complejo y sistémico, ya que depende de muchos factores de diversa índole, tales como nuestra cultura, nuestro estado socio económico, nuestro desarrollo humano y espiritual.

Gran parte de la vida que ya hemos recorrido, ha sido reforzada de paradigmas culturales que han permeado nuestros valores y estructuras mentales, la consciencia nos permite actuar de formas que nunca habíamos actuado, todo en función de nuestra conveniencia, ya lo decía Einsten, “Si quieres resultados diferentes, haz las cosas de manera diferente”. Cuando nos enfrentamos a un supuesto, la teoría de este gran pensador nos puede ayudar a incrementar nuestros niveles de consciencia a través de “los experimentos mentales”, de gran ayuda para la creación de una estrategia integrada de diversos escenarios, que nos permiten tener una perspectiva integral de las cosas y además de ello objetiva.

La retroalimentación sensorial basada en la consciencia nos permite conocer el grado de polarización en el que nos encontramos con respecto a nuestra perspectiva de la realidad, un amigo me comentaba “es el grado de intoxicación que no conocemos”, el tomar consciencia de estos procesos nos permite actuar de formas que nunca hubiésemos concebido, aunque es necesario saber que el grado de reflexión que uno mismo puede alcanzar no es compartido, no todas las personas han hecho consciencia de ello, como seres sociales es necesario considerar ello para no actuar de manera compulsiva.

El punto radica en conocernos, para ser quien somos y comportarnos de acuerdo ello asumiendo roles conscientes, de acuerdo al papel que nos toque jugar en el presente, en función de nuestra conveniencia. Un factor fundamental de ello es la retroalimentación positiva, en función de nuestros objetivos y deseos legítimos, ¿cómo nos retroalimentamos de manera positiva y distinguimos las opiniones y la información que todos los días recibimos?, es un nivel de programación que nos sirve a nosotros mismos para desarrollarnos de manera que nos permita lograr un bienestar y desarrollo humano exitoso. Uff.